La elegancia inmortal de un rostro que trasciende el tiempo.
La dama del armiño , pintada por Leonardo da Vinci hacia 1490, es mucho más que un retrato: es un encuentro íntimo con la serenidad, la inteligencia y el misterio. La joven Cecilia Gallerani sostiene un armiño, símbolo de pureza y distinción, mientras su mirada se pierde en un pensamiento que aún hoy nos intriga.
Cada pincelada revela la maestría de Leonardo en el manejo de la luz, el volumen y la expresión humana. Su talento transforma un momento en un símbolo universal de belleza y contemplación.
En PAWART hemos reproducido esta obra en papel fine art Mitsubishi , elegida por su textura noble y su capacidad para conservar los matices originales. Combinado con tintas pigmentadas de altísima duración, este cuadro puede mantener su intensidad y elegancia por más de 200 años .
Ideal para salones, oficinas, bibliotecas o cualquier espacio que merezca un toque de arte clásico y sofisticación.
